La nueva cara del Refugio de Coll de Vent

Hace unos seis meses, publiqué un post en el que os hablaba de la colaboración con el grupo «Refugios dignos Libres«, donde nos propusimos restaurar el refugio de Coll de Vent, en la ruta de Isábena Loop. La idea era destinar los beneficios generados por las donaciones de los parches a la recuperación del refugio. Todo surgió tras varias conversaciones con Marcos, de Puyatas Maestras, quien ya había publicado en su webla subida al refugio desde Serraduy, y juntos vimos la necesidad de devolverle a este lugar su esplendor.

Desde entonces, han sido muchos los que han querido aportar su granito de arena, donando para la compra de materiales necesarios. Por otro lado, Marcos lanzó a la venta unos maillots especialmente dedicados a esta causa, cuyos beneficios también se destinaron a la restauración.

Este pasado fin de semana, un grupo bien majo de personas con muchas ganas de trabajar nos reunimos en el refugio. Nuestro objetivo era devolver a la montaña un poco de todo lo que nos ha regalado, mediante la recuperación de este espacio. Creemos firmemente en la importancia de cuidar la naturaleza y transmitir valores que, en los tiempos que corren, parecen haber quedado en segundo plano.

Creemos en la colaboración para alcanzar un bien común, en el respeto a la naturaleza y en la buena voluntad de las personas. Queremos que la gente entienda que un refugio, una de las pocas cosas gratuitas que aún existen en este mundo, es un bien colectivo y, como tal, si un día tenemos que hacer uso de el deberíamos dejarlo al menos en el mismo estado en que lo encontramos.

Como podéis ver en las fotos, el refugio ha quedado listo para entrar a vivir. Además de darle una buena capa de pintura, reemplazamos las tejas rotas por nuevas y mejoramos el tiro de la chimenea para asegurar un buen funcionamiento. También construimos bancos de madera y ampliamos la mesa ya existente, creando así un espacio más cómodo para todos.

Habilitamos un rincón dedicado a la cocina, equipado con varios utensilios para que los viajeros puedan prepararse algo caliente. Además, colocamos un botiquín de primeros auxilios y un pequeño taller de reparación de bicicletas, por si alguien lo necesita. Toda la madera del refugio fue tratada y barnizada, incluyendo la puerta y la ventana, en la que instalamos un metacrilato para dejar entrar la luz sin preocuparnos por las inclemencias del viento.

En una de las paredes, montamos una estantería a modo de biblioteca, con varios libros, juegos de mesa e incluso una guitarra para hacer más amena la estancia. Queremos que este refugio sea más que un simple lugar para resguardarse, queremos que sea un espacio acogedor donde descansar y compartir momentos.

Pero no todo es funcionalidad; también añadimos elementos decorativos para darle un toque especial. Gracias a la donación de Ciclofactoria, colocamos en lo más alto una clásica Derbi Panter (en su época eras el jefe si tenías una de estas!), presidiendo el refugio con su aire retro. Además, reutilizamos piezas de bicicletas viejas para darle un toque ciclista y personal. Porque un refugio no solo debe ser útil, sino también bonito y acogedor, un lugar que invite a quedarse.

En las fotos veréis que este reacondicionamiento se ha brindado a la organización sin ánimo de lucro Juntos Venceremos ELA. Y es que Carlos, uno de los que estuvo con nosotros en el refugio durante el fin de semana, es miembro de la organización y familiar de Jorge Murillo, quien lleva 9 años enfrentando la ELA.

Os animo a visitar su página web y conocer de primera mano su inspirador testimonio. Como él mismo dice: «La ELA me ha arrebatado la capacidad de moverme, de hablar e incluso de respirar, pero jamás me quitará las ganas de vivir, amar y ser amado.» Con esta colaboración, nuestro objetivo es dar visibilidad a la enfermedad y mostrar lo que supone tanto para quienes la padecen como para sus cuidadores, que afrontan a diario un desafío tan imponente como una subida de montaña.

Durante la comida, le preguntamos a Carlos sobre la organización y sobre Jorge. Nos explicó en detalle cómo Juntos Venceremos ELA trabaja para sensibilizar y apoyar a las personas afectadas por esta dura enfermedad. Fue un momento muy especial, que nos recordó la importancia de aportar nuestro granito de arena y transmitir un mensaje de fuerza y solidaridad.

Por mi parte, solo me queda agradecer el buen hacer de todos. Las risas que compartimos, el buen ambiente y las pequeñas «putadillas» que nos gastamos (y que me hicisteis a mí también mamones) hicieron de este fin de semana algo inolvidable.

De verdad, muchísimas gracias a los chicos de Refugios Dignos Libres, sois unos auténticos jefazos! Un agradecimiento especial a Álvaro, que ha inmortalizado cada momento con su cámara, y a Marcos, a quien por fin pude ponerle cara después de tanto tiempo hablando a través de las redes. También quiero dar las gracias a Carlos, por hablarnos con tanta honestidad sobre el ELA y compartir su experiencia. Y, por supuesto, a Enrique e Iván, los forestales de la zona, que hicieron que todo fuera tan fácil.

¡Muchísimas gracias a todos! Este fin de semana fue un verdadero ejemplo de lo que se puede lograr cuando se trabaja con pasión y compañerismo. Hasta la próxima aventura!

Siguiendo la Transibérica

El verano tiene algo mágico para los que amamos el ciclismo, y una de esas maravillas es la hora de la siesta. En esos momentos, pruebas emblemáticas como el Tour de Francia o la Vuelta a España convierten este deporte nacional en una combinación irresistible. Cuanto más sueño acumulamos, más empinada parece la pendiente en la pantalla. Curiosamente, casi siempre nos despertamos justo en el instante en que alguien lanza un ataque en el puerto más decisivo del día. Es como si, aunque durmiéramos, nuestro ojo ciclista estuviera siempre medio abierto, preparado para no perderse el espectáculo.

Sin embargo, existe otro tipo de ciclismo, uno que no se vive en episodios de etapas televisadas. Es un ciclismo en el que el reloj no se detiene hasta que los corredores cruzan la meta, varios días después. Este ciclismo no permite siestas reparadoras, pero a cambio te mantiene alerta en múltiples momentos del día. Me refiero al fascinante mundo del ultraciclismo.

Desde el pasado 24 de agosto, cuando comenzó la edición de este año de la Transibérica en Bolzano, Italia, más de 120 valientes ciclistas emprendieron la travesía que los llevaría hasta Bilbao. En su avance, han ido dibujando un mapa virtual de puntitos azules que siguen el rumbo hacia la meta. Pero, ¿qué hace tan especial a la Transibérica?

Se trata de una carrera de ruta libre, lo que significa que cada participante tiene la libertad de diseñar su propio itinerario para conectar una serie de puntos de control. El reto es cubrir aproximadamente 2600 km en menos de 14 días, enfrentándose no solo a la distancia, sino también a los legendarios puertos y carreteras que marcan el recorrido.

Nombres míticos como el Stelvio, Furkapass, Mont Ventoux y Mont Aigoual son solo algunos de los lugares por los que los ciclistas deben pasar. También incluyen paradas en sitios emblemáticos como Carcassonne, el Lluis Companys, el Santuari del Mont, el Turó de l’Home, la Presa de Canelles, la Cruz de la Demanda, Orbejana del Castillo, y finalmente, la meta en Bilbao. Cada uno de estos puntos representa no solo un desafío físico, sino también una huella en la épica aventura que es la Transibérica.

Como te digo, las carreras de ultraciclismo suelen seguirse a través de una pantalla, pero esta edición de la Transibérica ha sido, sin duda, la más especial para mí. Normalmente, vas observando cómo los puntitos de cada participante se mueven por el mapa, comparas estrategias, analizas los tiempos de parada, y te fijas en las distintas rutas que eligen. A medida que avanzan, consultas las redes sociales de la organización y de los ciclistas que sigues, tratando de entender cómo va todo. Después, sueles encontrar entrevistas en algún podcast, donde los participantes cuentan su experiencia y terminas de enterarte de cómo fue todo realmente.

Pero este año, lo he disfrutado mucho más gracias a las redes sociales y, sobre todo, al increíble trabajo de Aday y Ventura de La Escapada, quienes han hecho un seguimiento espectacular. Cada día nos regalaban una crónica de primera mano sobre lo que había sucedido el día anterior, recopilada a partir de los mensajes de voz que recibían directamente de algunos participantes.

Y es que, como en cualquier carrera, la estrategia de los ciclistas más rápidos, los «galgos» que van en cabeza, no tiene nada que ver con la de los que están más atrás, los «disfrutones» cuyo principal objetivo es simplemente llegar a meta antes del límite y saborear cada kilómetro del recorrido. Es un tipo de ciclismo que va más allá de la competición, donde el placer de la fatiga y el gusto por el recorrido se mezclan con toques de épica y superación personal.

Lo que ha hecho que esta edición de la Transibérica sea particularmente especial para mí es que, por primera vez, he podido seguir la carrera no solo desde la pantalla, sino también sobre el terreno. El hecho de tener un Check Point cerca de casa, en la Presa de Canelles me ha dado la oportunidad de acercarme y animar a algunos de los participantes.

Poder verlos en persona, después de haber seguido sus progresos online, me permitió conectar de una manera mucho más cercana con la carrera. Ver sus rostros marcados por el esfuerzo, sus bicicletas cargadas, y compartir ese momento ha sido una experiencia inolvidable.

Algunos de los ciclistas a los que quería animar pasaron a horas en las que no pude acercarme, y es que las jornadas en la Transibérica son largas. Se madruga mucho, y casi siempre el día se les escapa mientras siguen pedaleando bajo la noche. Sin embargo, logré encontrarme con dos grandes, José Antonio Flecha y Oriol Chias, a pocos kilómetros de la Presa de Canelles. Ellos forman parte del grupo de los “galgos”, aquellos que no se preocupan por el cierre de carrera, sino que están más atentos al ritmo del resto de los participantes.

Jose Antonio Flecha – Oriol Chias

El encuentro fue breve, casi fugaz: un saludo rápido, una foto en marcha y palabras de ánimo. La interacción fue mínima, pero es algo que se entiende perfectamente. Al igual que en el Tour de Francia, los ciclistas no se detienen a charlar; aquí, el ritmo es implacable y, como bien os digo, el reloj no se detiene.

Unos días después Flecha llegó a Bilbao en una impresionante cuarta posición, con un tiempo de 161 horas y 51 minutos, seguido de cerca por Chias, que alcanzó la meta en 165 horas y 12 minutos, logrando un meritorio quinto puesto. Un gran ejemplo de lo que significa ser un verdadero «galgo».

Un par de días después, mientras estaba de fiesta mayor en Alcampell, vi en el mapa que uno de los participantes de la Transibérica se había detenido cerca hacía un par de horas. Según las coordenadas, estaba demasiado cerca de las ferietas como para pensar que estaba durmiendo, pero teniendo en cuenta el agotamiento acumulado que llevan, creo que uno puede dormirse sin problemas en cualquier lugar.

Jim Armshaw

Poco después, vi en la pantalla que otro ciclista se acercaba en dirección a Alcampell. Me hice con unas rosquillas caseras y me fui a esperarlo al pie de la carretera. Minutos más tarde, vi una luz acercarse. Emocionado, comencé a gritar: «¡Jim, go!» Era el londinense Jim Armshaw. Le ofrecí las rosquillas, pero lo que realmente necesitaba era agua. Lo acompañé hasta casa y llenamos sus bidones. Días después, Jim completó la carrera en Bilbao, cruzando la meta en 206 horas y 42 minutos, lo que le valió la posición 28.

Los dos siguientes ciclistas a los que quería saludar eran Isidre Escorihuela, de Andorra, y Enric Terricabras, a quien conocía virtualmente de su paso por el Montsec con la bici. Sin embargo, llegaron a Canelles ya entrada la noche y, cuando me desperté, ya estaban lejos, atravesando tierras aragonesas. Me dio rabia no haber coincidido con ellos, pero así son los horarios impredecibles del ultraciclismo…

Hace un par de días, decidí acercarme hasta el Check Point 8 para coincidir con David Molina. David, uno de los creadores de la famosa ruta Alballut, de la que ya os he hablado en la web, nos conocíamos virtualmente, pero esta era la oportunidad perfecta para ponernos cara.

Mientras me dirigía a Canelles, justo antes de llegar a Estopiñán, me sorprendió ver de repente una bicicleta aparecer por el camino. Apenas tuve tiempo de parar el coche, pero reconocí rápidamente al corredor. «¡Julien! ¡Julien!» . Era Julien Silverston, a quien había estado siguiendo a través del podcast diario de La Escapada, donde contaba sus aventuras en la Transibérica.

Julien Silverston

Me bajé del coche y estuvimos charlando un rato sobre su experiencia de los últimos días. Agradeció que me hubiera acercado para animarle, y aprovechamos para rellenar su bidón de agua antes de que siguiera su camino. Estos encuentros inesperados, aunque breves, son una de las cosas que hacen única la experiencia de seguir el ultraciclismo tan de cerca.

Pocos minutos después de llegar a Canelles, finalmente apareció David Molina saliendo del túnel. Además de hablar sobre la carrera, aprovechamos para compartir ideas sobre nuestros proyectos. Al fin y al cabo, tanto la ruta Alballut como MBL nacen de la misma semilla que sembró Ernesto con Montañas Vacías, y que ha dado frutos en tantos otros lugares. Ese día, hicimos una especie de hermanamiento entre ambas rutas con un simbólico intercambio de parches. Tras rellenarle los bidones, David continuó su camino, dispuesto a afrontar los kilómetros que le quedaban por delante.

David Molina.

A fecha de escritura de este texto, Enric, Isidre, Julien y David ya están en la recta final del recorrido. Ha sido un verdadero privilegio poder seguir sus pasos tan de cerca.

Un agradecimiento especial a Carlos Mazón por las magníficas fotos de Canelles. Y quién sabe, quizás el próximo año tengamos un nuevo Check Point en el Montsec, y así pueda repetir esta increíble experiencia.

Serra del Montsec – 101 Propostes

Hoy os vengo a hablar de un libro que no puede faltar en la biblioteca de cualquier amante de la naturaleza y la aventura: «Serra del Montsec – 101 propostes». Escrito por dos grandes conocedores del Montsec, David Chacobo y Cristina Papell, este libro es una puerta abierta a uno de los rincones más espectaculares y menos conocidos de nuestro país.

David y Cristina, una pareja afincada en la Ribagorza de Huesca, han realizado una exhaustiva recopilación de 101 propuestas que nos invitan a descubrir el Montsec en toda su magnificencia. El libro ofrece una variedad de experiencias: desde la exploración de castillos y cuevas hasta la visita a despoblados, pasando por la admiración de formaciones geológicas únicas y la inmersión en la rica historia y artesanía local.

Un Tesoro Geográfico por Descubrir

La Serra del Montsec, dividida en tres unidades con una personalidad única —el Montsec de Rúbies (o de Meià), el Montsec d’Ares y el Montsec de l’Estall— abarca dos provincias, Lleida y Huesca, y cuatro comarcas: la Noguera y el Pallars Jussà en Cataluña, y la Ribagorza y la Litera en Aragón. Este territorio es un auténtico tesoro por descubrir, con sus espectaculares congostos de Terradets y Mont-rebei que no dejarán indiferente a nadie.

Aventuras para Todos los Gustos

El libro nos guía a través de un paisaje que parece salido de un cuento. Encontraremos cuevas misteriosas, ermitas en lugares imposibles, despoblados llenos de historia, y formaciones geológicas de importancia mundial. Además, podremos visitar zonas húmedas singulares, productores artesanales y castillos que han sido testigos de la historia fronteriza de la región.

Un Paraíso para los Amantes de la Naturaleza y la Historia

La Serra del Montsec es un lugar donde el cielo y la tierra se unen para ofrecernos un paraíso tanto terrenal como celestial. Es un destino ideal para la observación astronómica, gracias a la calidad de su cielo nocturno, pero también para sumergirse en su patrimonio histórico, arquitectónico, geológico y paleontológico.

Deportes y Actividades al Aire Libre

Si eres un amante de los deportes al aire libre, este libro será tu mejor guía. Las propuestas incluyen actividades como el kayak, el parapente, la escalada, las vías ferratas, la espeleología, el senderismo y el bikepacking. Cada página del libro es una invitación a la aventura y a no dejarse vencer por el aburrimiento.

Conclusión

«Serra del Montsec – 101 propostes» de David Chacobo y Cristina Papell es más que un libro; es una invitación a descubrir un territorio fascinante y a vivir experiencias inolvidables. Un viaje por la Serra del Montsec es una oportunidad para conectar con la naturaleza, la historia y la cultura de una región que aún guarda muchos secretos por revelar. ¡No os lo perdáis!

Donde comprar el libro

Podéis comprar el libro a través de la web online de la editorial – Comprar

Un Agradecimiento Especial

Una de las propuestas que más me emociona destacar del libro es la que habla del Montsec Bikepacking Loop, les que agradezco enormemente a David y Cristina por incluirlo. Desde que los conocí en la fase de creación de esta ruta, siempre han sido una fuente de inspiración inagotable. No solo son unos expertos en la región, sino también unos auténticos «Montsec Lovers» que comparten su pasión y amor por este increíble lugar con todos nosotros.

MBL SPRING 24 – LA CRÓNICA

Como muchos habréis visto en nuestras redes sociales, hace justo dos semanas, nos reunimos más de treinta apasionados del ciclismo para explorar la impresionante Sierra de la Carrodilla. Aunque podría haber escrito esta crónica justo después del evento, preferí dejar que se asentara la euforia para ofreceros una perspectiva más serena y detallada.

Desde que Montsec Bikepacking Loop (MBL) cumplió su primer año, tenía en mente organizar esta quedada. Sin embargo, entre la falta de tiempo y la dificultad de encontrar una fecha adecuada, tuvimos que esperar hasta nuestro tercer aniversario para hacer realidad este encuentro social.

La inspiración final llegó en enero, cuando Isra de Cabañas y Estacas me invitó a una quedada en Cantabria. Aunque no pude asistir, ese fue el empujón que necesitaba para fijar una fecha y empezar a planificar nuestra propia quedada en el Montsec. Con lápiz y papel (bueno, más bien con una hoja de Excel), hice una lista de personas que quería que asistieran y comencé a enviar invitaciones. Sabía que muchos no podrían asistir, pero tenía la esperanza de reunir un buen grupo.

El sábado 25 de mayo, nos encontramos en Fonz para un fin de semana de bikepacking recorriendo la Sierra de la Carrodilla. No voy a detallaros cada kilómetro de la ruta, prefiero que vengáis a vivirlo en persona haciendo el Carrodilla Loop. Nosotros hicimos una versión adaptada para dos jornadas intensas, enfrentándonos a un terreno abrupto y desafiante. Las piedras del Montsec nos recordaron constantemente que estábamos en un terreno exigente, pero la belleza salvaje del paisaje y las vistas espectaculares hicieron que cada pedaleo valiera la pena. Las recientes lluvias habían transformado el entorno en un paraíso verde y frondoso, regalándonos panoramas impresionantes en cada curva.

Nos reunimos un grupo variopinto, tanto en personas como en bicicletas. Había de todo: gravel de rueda fina y ancha, gravel con suspensión, rígidas de montaña, «tractores» con ruedas plus, eléctricas y bicis de acero, carbono y doble suspensión. Cada uno había interpretado el recorrido de manera diferente, pero todos compartíamos el mismo entusiasmo por la aventura.

Lo más bonito de este tipo de quedadas es cómo diferentes formas de ver y practicar el ciclismo se unen en una experiencia redonda. Igual que en la cena, todos llegamos con hambre de pasarlo bien y descubrir nuevos platos. El ciclismo nos permite explorar rutas fuera de nuestro menú habitual y compartir la experiencia con nuevos amigos. Compartimos un fin de semana con personas involucradas en diversos proyectos relacionados con la bicicleta. Entre ellos se encontraban creadores de rutas, organizadores de eventos, fotógrafos, cineastas y fabricantes de bolsas para bikepacking. Pero, sobre todo, éramos disfrutones del ciclismo. Como dice el dicho, «de una boda, sale otra boda», y estoy seguro de que de esta reunión surgirán muchas más en diferentes lugares. De cada persona y cada ruta, siempre se aprende algo nuevo.

Espero que los que vinisteis os llevaseis un pedacito de esta tierra que me encanta compartir. ¡Nos vemos en la próxima quedada!

¡Salut y pedales!

LOS VÍDEOS

Las Bicis

Como a todos los ciclistas nos gusta mirar bicis, te dejo una muestra de las bicis que participaron en la quedada. Fotos Ivan Silvestre

3 días por el Montsec

¡Hola a todos!

Hoy quiero compartir contigo un emocionante vídeo de Sergio, quien ha documentado su experiencia en el Montsec durante tres intensas etapas de bikepacking. Sergio recorrió parte de la ruta del Montsec Bikepacking Loop en bicicleta de montaña, enfrentando desafíos y disfrutando de los paisajes. Aquí te dejo un resumen de su aventura y te invito a ver su vídeo completo.

Día 1: De Àger a Montfalcó

Tu travesía comienza en Àger. Desde allí, se dirige hacia la impresionante presa de Canelles, un lugar de belleza natural que no puedes dejar de ver. Luego, recorre la Ribagorza baja, una región rica en paisajes y cultura. Adentrándote nuevamente en el Montsec, visitas la majestuosa obra natural de Finestres, un paraje que te quitará el aliento. El primer día culmina en Montfalcó, al cual llega por la variante de Fet, después de una jornada llena de descubrimientos y esfuerzo.

Día 2: De Montfalcó a Llimiana

El segundo día, comienza el ascenso al punto más alto cíclable del Montsec de Estall, en la parte aragonesa del Montsec. Esta etapa no solo es desafiante por el terreno, sino también por la altitud. En su camino, pasó por el pueblo medieval de Montañana, un lugar que parece detenido en el tiempo. Después de alcanzar el punto más alto del Montsec de Ares, bajó hasta Cellers. Pero la jornada no terminó allí: culminó el día con el ascenso a Llimiana, donde pasó la noche recuperando energías para el último día de aventura.

Día 3: De Llimiana a Àger

El tercer día, deshace parte del camino recorrido, comenzando con un descenso de 6 kilómetros. Sin embargo, no hay descanso para los valientes, ya que después emprende un largo y desafiante ascenso hasta el punto más alto del Montsec de Meià. La etapa final incluye coronar el Coll de Orenga. Desde allí, decide tomar un atajo, saliéndose de la ruta oficial para regresar nuevamente a Àger. A pesar de la lluvia que le acompañó, logró completar las tres etapas, demostrando tu determinación y pasión por el bikepacking.

¡No te lo pierdas!

Espero que disfrutes tanto como yo de esta maravillosa experiencia en el Montsec.

¡Hasta la próxima aventura!

Davide Travelli

Davide es un aventurero nacido y criado en la hermosa provincia de Bérgamo, Italia. Con una pasión arraigada por el ciclismo competitivo, dedicó 13 años de su vida a recorrer las carreteras y desafiar sus límites sobre dos ruedas. Después de un largo período sin montar en bicicleta, se embarcó en una emocionante travesía por las Américas: desde el Norte hasta el Sur, pasando por el Centro. Lo que comenzó como un viaje se transformó en una épica expedición en bicicleta alrededor del mundo, con el audaz objetivo de atravesar los cinco continentes: América, África, Asia, Oceanía y Europa. A través de este viaje, no solo busca explorar nuevos horizontes, sino también compartir sus aventuras y experiencias con amigos, familiares y todos aquellos que quieran seguir su fascinante odisea.

Resulta que Davide estuvo realizando la ruta Montsec Bikepacking Loop este pasado noviembre durante 10 días. Te dejo casi 3 horas de video que resumen su aventura por el Montsec. Espero que los disfrutes tanto como lo he hecho yo!

Muchas gracias Davide por tu aportación!!

Detalle de las etapas

  • Etapa 1: Ponts – Montsonís – Cold and Pain in Catalonia
  • Etapa 2: Montsonís – Sant Llorenç de Montgai – Pushing Through Pain
  • Etapa 3: Sant Llorenç de Montgai – Àger – My Front Brake’s Implosion
  • Etapa 4: Àger – Estaña – Finding Bikepacking Sanctuaries
  • Etapa 5: Estaña – Litera – Boars Die, Drones Fall and Spirits Rise
  • Etapa 6: Litera- Castellnou del Montsec – TRAPPED in Mud
  • Etapa 7: Castellnou del Montsec – Guàrdia de Noguera – Snow, Mud & Unexpected Kindness
  • Etapa 8: Guàrdia de Noguera – Orcau – Surprise Wine Tasting
  • Etapa 9: Orcau – Vilanova de Meià – Vanished into the Fog
  • Etapa 10: Vilanova de Meià – Ponts – The Last Leg

Cold and Pain in Catalonia (Montsec Bikepacking Loop)

Cycling the world - Europe: 140 episode
Journey with me through the raw elements of Catalonia in this first episode of the Montsec Bikepacking Loop. Starting in the quaint village of ...
Ponts, near Barcelona, I face the harsh realities of winter bikepacking - the biting cold, the enveloping fog, and the unrelenting pain. Witness how I navigate through these challenges, from seeking refuge in an old farmhouse to combat the chilly nights, to dealing with the unexpected agony of a stiff saddle and a throbbing Achilles heel. Despite the adversities, the stunning landscapes of Catalonia provide a backdrop that makes every pedal stroke worth the struggle. This isn't just a bike ride; it's a battle against the elements and a true test of resilience and determination.

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Nueva colaboración

Desde el momento que se me planteó la posibilidad de hacer parches de MBL en el 2021, comencé a pensar que hacer con el dinero que se recaudaría de la entrega de estos.

Tenia clara una cosa, MBL desde el minuto 0 nació como un proyecto sin ánimo de lucro y el dinero obtenido por los parches tenía que ir destinado a una causa que cumpliese 3 objetivos. Repercutir en el territorio, que fuese un proyecto también sin ánimo de lucro y a poder ser relacionado con el mundo de la bicicleta.

En este tiempo hasta ahora se ya apoyado a 2 proyectos que cumplían estos requisitos. Primero en la recuperación de caminos por parte de la Asociación Lo Podall de Tremp y más adelante al CUDOS de Artesa de Segre con la recuperación de la zona quemada en el incendio de Baldomar.

A partir de ahora con las donaciones de los parches vamos a colaborar con el grupo «Refugios dignos Libres«. Este proyecto surge con las ganas de devolver a la montaña un poquito de los grandes momentos que nos brinda, acondicionando refugios libres que muchas veces no están en su mejor versión. La idea es destinar los beneficios generados por las donaciones de los parches a la recuperación del refugio de Coll de Vent (Isábena Loop). Más adelante ya publicaré la fecha del fin de semana que se va a llevar a cabo la recuperación del refugio por si te quieres subir a echar una mano subiendo material, trabajando con la madera, pintura, etc….

Para más información de como puedes apoyar esta iniciativa te dejo un enlace https://montsecloop.com/colabora/

La camisa de MBL

Recientemente realicé una encuesta en las redes sociales, presentando varios diseños en un formato de competición eliminatoria para conocer vuestras preferencias. El claro ganador fue el modelo Wood, evidenciando la popularidad del estilo lumberjack.

La camisa Wood se destaca por estar confeccionada en tejido Microfresh, extraordinariamente ligero y totalmente transpirable. Este material es ideal para la práctica del ciclismo, ya que facilita la expulsión del sudor, manteniendo el cuerpo seco y proporcionando una sensación de frescura continua. Además, su diseño versátil la convierte en una prenda perfecta tanto para la actividad deportiva como para llevar en tu día a día urbano.

Para aquellos que se haya gustado el diseño, tengo una noticia estupenda: Divari, el fabricante de la camisa, nos ofrece un precio especial de 58€ en todas las compras realizadas durante este mes de febrero. Después de este período promocional, la camisa volverá a su precio habitual de 70€.

Para facilitar tu adquisición, te invito a visitar su tienda online a través del siguiente enlace: https://divari.net/montsec/. Es importante destacar que, al tratarse de un pedido personalizado, todas las compras realizadas durante este mes se fabricarán conjuntamente a partir del 1 de marzo.

LOS MAPAS

Desde el día uno de este proyecto, tenía una tarea en mente, pero ya sabes cómo es esto: algunas ideas necesitan su tiempo para crecer y tomar forma.

Ya han pasado más de dos años desde que empecé a diseñar rutas en el ordenador y en mi cabeza. Ahora, por fin, ha llegado el momento de darles vida de una manera más artística. Después de varios intentos a lo largo de este tiempo, hoy estoy contento de presentaros los mapas de las MBL.

Espero que os gusten y os sean útiles si os animáis a probar alguno de los recorridos. Ya he colocado cada mapa en su sección correspondiente en la web, y si queréis verlos o descargarlos con más detalle, están disponibles en la sección de descargas.